Ch, visiblemente excitada, me muestra un libro que acaba de comprar. Parece el folleto de instrucciones plastificado de un electrodoméstico.

—Me ha costado mil doscientos euros, pero ha merecido la pena.

—¡Mil doscientos!

—Sí, pero mira: incluye el poema que escribió el poeta para convertirse en el poema.

—…

—Voy a leerlo ahora mismo.

—¡Espera! Si lo lees, tú también te convertirás en el poema…

—¡Claro!

—¿Y yo qué hago?

—Observar. Esto no tiene sentido si no lo ve nadie.

Y Ch comienza a leer y yo observo. Observo cómo se transforma mientras lee. Y al leer la última palabra, la conversión ha terminado. Qué aspecto tiene convertida en el poema, os preguntaréis. Para mí se asemeja a la vidriera de una catedral gótica. La luz la atraviesa y la luz me cuenta su historia. Y la luz me pide que yo también la lea. Así lo hago. Y siento cómo me transformo mientras leo…

Banda sonora recomendada

1 comentario en “El poema (cuento soñado)

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Puedes utilizar estas etiquetas y atributos HTML:

<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.