Nos vemos obligados a interrumpir la serie de obras prevista en esta sección, ya que varios de nuestros seguidores nos han trasladado su interés por esta obra recién incorporada al Ávila Street Museum. Parece ser que estas esculturas postmedievales han aparecido en las obras de escarbación de la piscina cubierta. Los expertos consultados no se ponen de acuerdo, pero con las dataciones del carbono 14 parece ganar fuerza la teoría de que forma parte de un homenaje a Los Beatles.
Las dos figuras caminantes podrían hacer referencia a la canción A Hard Day’s Night (en español, La Madrugá), y la figura solitaria representaría a Lucy, de la canción Lucy in the sky with diamonds (versionada aquí como «Al cielo con ella»). Aunque según otros expertos, podría tratarse de una obra de Yoko Ono, que se habría autorretratado vestida de samurai armada con naginata, llevando a un mini-John Lennon de la mano. La otra figura sería Paul, lo que configuraría una bella escena de kiri-sute gomen.
Como todas las rotondas de Ávila ya tienen su chimbolo*, el consistorio se ha visto obligado a colocarlas provisionalmente en un cruce triangular, el de las calles Cristo de la Luz con San Joaquín; orientadas de tal manera que te salgan en el encuadre unos contenedores de basura, sí o sí.
* El tema del horror vacui rotondii será oportunamente tratado en esta sección.
Destacable que por fin hemos abandonado el vulgar tridimensionalismo para pasar a espantajos en el plano. Se confirma que con fondos EDUSI y Next Generation se está trabajando en una escultura unidimensional, y me soplan que están nuestros concejales trabajando en cuerpo y alma para lograr una adimensional, que ubicarían en medio del Chico.
La belleza del edificio del fondo hace desmerecer un poco tan soberbias esculturas, digo recortes, digo siluetas, digo yoquésé