Se ve que voy necesitando gafas

Santa Teresa en la Uni es una ENM (escultura no morroñosa) de las más nuevas de nuestra ciudad; se ubica en la zona de tardeo y esparcimiento sita frente a la entrada principal del Antiguo Colegio de Huérfanos Ferroviarios, hoy sede de la Universidad Católica de Ávila y alguna cosa más. Representa a nuestra copatrona (extraño, sí, otra estatua de Santa Teresa), que sujeta un libro con la izquierda y una vara de arrear ganado* con la derecha. Su mirada, sin embargo, no se dirige al libro, sino al horizonte, actitud muy propia del estudiante que lleva media mañana repasando el temario.

Sabido es que Santa Teresa no fue a la universidad. Que sepamos, cursó un módulo de FP, «Taller de Noviciado I», en el Convento de Gracia (como externa) antes de profesar -ya de monja monja- en el convento de La Encarnación. Pero seguro que a ella le habría gustado estudiar en alguna universidad de prestigio. Prueba de ello es que cuando le pillaron escapándose de Ávila, supuestamente a buscar el martirio en tierra de infieles, fue atrapada en Los 4 Postes, que no está en dirección a la morería, sino en la misma mismita ruta de… Salamanca. ¿Pretendía Teresa matricularse en Biofarmacia? Y lo que es más complicado saber, ¿le ponderarían las asignaturas del convento para la parte optativa de la EBAU?

Años más tarde, Teresa demostró que era no sólo una gran escritora, sino una impresionante gestora de empresas y proyectos, sin necesidad de cursar un MBA en Harvard. En fin, si a Paul Married le saltaron 3 cursos de derecho en la Cardenal Cisneros, el jefe de todos los cardenales no iba a ser menos: Pablo VI nombró doctora a Teresa (sin el paripé de «honoris causa» ni ná, doctora-tora**). En el Á.S.M. entonamos emocionados el Gaudeamous Igitur*** (metafóricamente hablando, que soy de las pocas personas del mundo con un rango vocal inferior a un semitono).

Por último, advertimos a los visitantes que el recinto universitario se encuentra cerrado fuera de días lectivos, así que no se molesten en ir a admirar este monumento un domingo, porque aquello está chapao. Aprovechamos también para felicitar a todas las Teresas que nos leen.

Enlace al mapa

(*) Los bastones de caminar son más cortos, y te apoyas en su parte superior. Los de arrear ganado son como el de Gandalf, un palo casi tan alto como tú, engrosados en la parte superior, que puedes usar de manera contundente contra algo.

(**) Si lo dices una vez más, doctora-tora-tora, te entran ganas de atacar Pearl Harbour.

(***) Como me aprendí tres o cuatro estrofas de la susodicha canción en las novatadas de mi colegio mayor, he de decir que el himno oficioso de la pompa universitaria es cualquier cosa menos solemne, más bien parece una broma algo socarrona de los de filología clásica.

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