Escultor, si esculpes con amooor…

La escultura en relieve que traemos hoy al Ávila Street Museum es especial, porque está en la pared del Museo de Ávila. Por lo que el Street Museum muestra al Museum desde la Street. Hay dos relieves iguales; uno está sobre la puerta principal del edificio, y el otro en una entrada de la parte posterior, que es el que mostramos.

El Museo de Ávila* ocupa lo que fue el Palacio de los Deanes, un casoplón postmedieval de los más bonitos de la ciudad, con fermoso claustro y bucólico jardincillo incluidos. El cargo de Deán viene a ser como el vice-obispo; el segundo que más manda en la catedral (que está cerca). Tenía que ser un buen cargo y con pingües beneficios, no hay más que ver la sede. El cargo como tal creo que sigue existiendo, pero el palacio hace mucho tiempo que pasó a usos civiles.

Bueno, vamos con la pieza de hoy. El relieve muestra a dos angelitos (esto lo sé porque tienen alas y Batman no estaba inventao) sujetando lo que supongo es el escudo del Cabildo de Ávila, con los atributos propios de estas cosas. En la diestra tiene un castillete parecido al escudo de Ávila; el cimorro de la catedral, donde nuestra jran e injustamente denostada Doña Urraca** -primera reina europea de pleno derecho- utilizó uno de los primeros puntos de encuentro familiar del que haya noticia: desde allí mostró a su hijo Alfonsito para que el padrastro (y exmarido de facto de la reina, Alfonso de Aragón) pudiera comprobar su estado y seguir pasando la pensión; procelosos e interesantes tiempos en los que Ávila cambió de manos varias veces e incluso llegó a ser durante unos años parte de la separatista corona portuguesa. A lo mejor mi iberismo viene de aquella época…

Seguimos con el escudo en relieve. En diagonal, está cruzado por una cruz larga, que también puede ser bandera y bastón (la iglesa era muy de rogar a Dios y dar bastonazos a los demás); y luego hay varios animales de los que no me atrevo a aventurar género ni especie; pueden ser un león rampante, una estrella de mar mutante (tiene seis puntas, aunque también puede indicar el empleo de alférez o ser un emblema religioso) y abajo lo que podría ser un carnero pero lo mismo es oveja, cabra, muflón o rebeco. ¿Qué nos quiere decir este escudo? Seguramente habría que llamar a algún entendido en heráldica, pero ya os aviso que es gente que se enrolla un montón, hasta nombra a los colores de manera distinta por la cosa de hacerse el importante: gules, sinople, blanco roto, nude, rosa empolvado, etc.

A lo que iba: si pueden, visiten el Museo de Ávila. Es el complemento ideal al Ávila Street Museum, pero reconcentrao en un par de edificios. Además, a veces tienen actividades para niños y mayores (mi hija, de pequeña, fue a hacer una inocente actividad de manualidades y salió de allí con ganas de saquear la Acrópolis).

(*) El museo también ocupa lo que fue una iglesia románica (Santo Tomé el Viejo), en la misma plaza, que había sido garaje y taller de venta y reparación de automóviles; una muestra de cómo la aplicación de la Desamortización de Mendizábal resultó -en algunos casos- bastante desafortunada. Al menos, se mantuvo en pie y ahora el edificio es BIC; pero en el enlace anterior -da cosita- pueden admirar cómo combinan el románico y la junta de la trócola. En este anexo hay un mosaico romano mu bonito y varios verracos vetones de miles de años, que todavía están a la espera de que alguien diga para qué servían.

(**) El nombre científico de la urraca es Pica pica. Quésverdá, coñio.

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