Los salarios en este país son una reverenda mierda. ¡Vaya descubrimiento, Baku! Ya, ya, pero dejad que suelte mi rollo.

Llevo unos días viendo los típicos artículos de prensa propaganda sobre honrados lloricas hosteleros que pagan según convenio y, a pesar de tamaña generosidad, no encuentran trabajadores esclavos. Es curioso que los lüberalles entienden muy bien el mercado hasta que la mercancía con la que tienen que tratar es la fuerza de trabajo. Entonces sus curvas de oferta y demanda se desmoronan y se pierden los pobrecitos.

Porque si el salario de convenio es el mínimo que debes pagar y no encuentras trabajadores por ese precio… ¿Se te ha ocurrido la loca idea de pagar más? Quizás así consigas «retener el talento», puto genio.

Y ya no es que hablemos de salarios de trabajos —mal llamados— no cualificados. Es que ves ofertas de empleo de «cosas cualificadísimas» y ya es para echarte a llorar. Esta misma semana he visto un anuncio buscando un diseñador de UX/UI que era un poema. Buscaban a alguien con un máster en UX, con merecientos años de experiencia en diseño de interfaces, con nivel C1 de idiomas y soltura en manejo de no sé cuántas herramientas. Y la banda salarial ofrecida arrancaba en el salario que gano yo de conserje. Pero, vamos a ver, ¿quieres que invierta tiempo, dinero y esfuerzo en convertirme en un cheñor listísimo y luego pagarme un puñado de cacahuetes? Luego no te sorprendas de que no quiera trabajar para ti.

Servidor se largó del sector tecnológico hace once años. De vez en cuando echa un vistazo a ofertas de lo suyo y se descojona. Que estáis ofreciendo menos pasta de la que ganaba yo entonces. Y lo que sé hacer es cada día más escaso. Allá vosotros, yo no pienso volver. Estoy muy calentito en mi conserjería.

En fin, esto es lo que necesitaba decir. Buenos días.

Banda sonora recomendada