Capuchinos

Nos vemos obligados a interrumpir la serie de obras prevista en esta sección, ya que varios de nuestros seguidores nos han trasladado su interés por esta obra recién incorporada al Ávila Street Museum. Parece ser que estas esculturas postmedievales han aparecido en las obras de escarbación de la piscina cubierta. Los expertos consultados no se ponen de acuerdo, pero con las dataciones del carbono 14 parece ganar fuerza la teoría de que forma parte de un homenaje a Los Beatles.

Las dos figuras caminantes podrían hacer referencia a la canción A Hard Day’s Night (en español, La Madrugá), y la figura solitaria representaría a Lucy, de la canción Lucy in the sky with diamonds (versionada aquí como «Al cielo con ella»). Aunque según otros expertos, podría tratarse de una obra de Yoko Ono, que se habría autorretratado vestida de samurai armada con naginata, llevando a un mini-John Lennon de la mano. La otra figura sería Paul, lo que configuraría una bella escena de kiri-sute gomen.

Como todas las rotondas de Ávila ya tienen su chimbolo*, el consistorio se ha visto obligado a colocarlas provisionalmente en un cruce triangular, el de las calles Cristo de la Luz con San Joaquín; orientadas de tal manera que te salgan en el encuadre unos contenedores de basura, sí o sí.

 

* El tema del horror vacui rotondii será oportunamente tratado en esta sección.

Trébedes de Loki

Como segundo elemento de esta serie «Ávila Street Museum» hemos querido elegir esta obra denominada «Las trébedes de Loki», quizá porque suele pasar desapercibida para los turistas, que, ávidos de chuletón, no se detienen a contemplar las pequeñas maravillas que esconde nuestra ciudad.

Todo en esta obra es misterioso. Para empezar, se ubica en el Paseo de Emilio Rodríguez Almeida, que si lo buscáis en Maps, no lo encontraréis; es como lo del andén 9 y 3/4. Tenéis que ir a la Calle de San Segundo y, una vez allí, atravesar con decisión la barrera invisible que separa la acera del jardincillo pegado a la muralla, frente a la droguería Perdiguero (donde compro el alcohol isopropílico, por cierto). Mágicamente, os encontraréis en el paseo dedicado a este insigne historiador.

La obra fue encontrada durante las obras de demolición de la Iglesia de Santo Domingo; concretamente, en la furgoneta del contratista. Se cree que es una copia postmedieval de un original griego de Praxíteles, y combina la mitología nórdica con el refranero castellano.  Por un lado, Loki es el dios de las trampas, que cambia de forma a voluntad; y por otro, sobre las trébedes existe una antigua maldición castellana : «Las vas a pasar más putas que el que se tragó las trébedes». Así pues, esta obra representaría unas extrañas trébedes; tramposas y difíciles de tragar, salvo para Loki.

 

«El fin del mundo, en incómodos plazos.» De esta forma se presentaba en 2016 la edición española de esta novela de Will McIntosh, que pude leer hace unos meses.

Me gustó mucho la premisa, principal aliciente para hincarle el diente, y aunque el resultado acaba siendo irregular, en general me ha gustado. ¿Y cuál es el punto de partida? Pues un «fin del mundo» suave, a cámara lenta, sin cataclismos ni sucesos apocalípticos. No hay un punto de inflexión a partir del cual puedas decir que comienza la decadencia de la civilización. Simplemente asistes a la misma a través de capítulos separados, temporalmente, por días, meses o años. En cada capítulo, la sociedad actual funciona un poco menos que en el anterior. Y todo ello constituye el telón de fondo de la vida del protagonista, mucho más preocupado por su situación sentimental —¿hay sitio para el amor en un escenario postapocalíptico?— que por el declive de la sociedad en la que le ha tocado vivir. Esto mismo, que otras críticas presentan como un defecto, me parece todo un acierto. El mundo de Jasper es así y él lo va aceptando, al igual que los restantes miembros de su tribu, con total naturalidad. No hay ninguna explicación de lo que sucede en el resto del mundo, ni siquiera en otras regiones de EEUU, y de esta forma vemos el mundo a través de la misma mirilla que Jasper.

Otro acierto es la organización tribal que acabo de mencionar. El protagonista y sus acompañantes han adoptado una organización comunal en la que cada uno aporta lo que puede y todos tratan de alcanzar consensos a la hora de tomar decisiones —aunque esto acabe llevando en ocasiones a la escisión de la tribu—. Y esta forma de comuna es, precisamente, la mayor fortaleza del grupo.

No quiero comentar mucho más para no chafaros la historia por si os decidís a leerlo. Tiene sus fallos, partes poco verosímiles y un poco —pero no muy grave— de deux ex machina. Y aun con todo os lo recomiendo.

Banda sonora recomendada