Vivienda unifamiliar con jardín inglés

En plena cuesta de enero de 2024, continuamos con el harte hastrafto del güeno. «Idealista» es una obra construida a la antigua manera pero representando conceptos modernos. El material principal es nuestro Granito Abulense™, complementado con elementos vegetales (hierbajos y zarzales, principalmente). Se ubica en una parcela de Las Hervencias, provisionalmente virgen de construcción o equipamiento. Como complemento a la obra, el espectador debe prestar atención al texto que el artista perpetrador recita a todo el que quiera escucharle:

Vivienda unifamiliar independiente con jardín, en zona residencial de lujo. Construcción tradicional con sillería de granito y cubierta vegetal evergreen. La vivienda está completamente equipada; dispone de calefacción por sistema geoesencial y certificado de alta eficiencia energuménica. En otoño, además, puedes practicar autoconsumo: alimentarte de las zarzamoras y capturar algunos animalillos; conducta que además de ecológica te ayudará a amortizar la deuda.

Idealista es un monumento concebido por su autor como una manera de representar los tiempos en los que vivimos, de un modo fidedigno, este momento en el que acceder a una vivienda (que nunca fue fácil) se convierte en una carrera de humillaciones. También es el momento en el que se acuñan nuevas palabras como coliving, cohousing, coworking o cojoning; del campo semántico de la vida achuchá. El artista sigue:

Cómodas facilidades de pago; los tasadores y comerciales de Idea Lista te acompañarán en todo momento para que el proceso de vender tu alma y la de tus descendientes hasta la 7ª generación sea lo más indoloro posible. Recuerda que puedes rentabilizar tu inversión subalquilando la vivienda por Airbienbi cuando salgas a hacer tus necesidades al jardín.

A ver, millenials, si Diógenes fue feliz viviendo en un barril, ¿no seréis vosotros afortunados de contar con una solución habitacional como ésta? No me seáis tiquismiquis; además, es una oportunidad de invertir; ya que alquilar es tirar el dinero y la vivienda siempre se revaloriza (estos son principios entrópicos inmutables). Cierto que la vivienda ofertada igual necesita una pequeña reforma para adecuarla al gusto del comprador, pero prácticamente está para entrar a vivir y por este precio no vais a encontrar nada mejor.

Se hace saber…

Comenzamos 2024 con nuevas entregas del Á.S.M, aunque retrocedemos al nº 88 que me había saltao. Los Pregoneros Digitales son unos monumentos de reciente adquisición por parte de la municipalidad, están desperdigados por nuestra bella urbe (muchos de ellos, ¡en rotondas!) y tras unos días de cierto titubeo, nos informan a los locales de un montón de eventos y eventualidades, así como la fecha, la hora y la temperatura en el exterior de nuestros estudios.

Los que tenemos cierta edad y/o hemos vivido en un pueblo recordamos la figura del pregonero, un señor (o señora, en el pueblo de mis padres era la Angelines) que armado con un estridente cornetín, y comenzando con la cantinela Se hace sabeeeer*, proclamaba a los cuatro vientos todo lo de interés que afectase a la población; eso que ahora nos llega por los medios de comunicación o vía redes sociales.

Como los tiempos avanzan que es una barbaridad, en Ávila nos han puesto unos carteles que permiten al viandante obtener esta información de modo visual. La mayoría están ubicados encima de un poste, como Simeón el Estilita; y hay otros más grandes colocados en zócalos o pedestales. He hecho la foto un día nublao, porque si les da el sol sale la cosa peor.

Panel de la catedral o del peso de la harina

A pesar de su elevado coste, son de tamaño inferior a los de otras ciudades vecinas. Además, por alguna extraña razón, el dato de la temperatura (que es el que más nos gusta mirar a los abulenses) estaba en un tipo de letra más pequeño; lo que dificultaba su lectura y aumentaba el riesgo de accidentes (de los conductores que apartan la vista de la vía para leer los cartelillos, forzando la vista). En el periodo de pruebas se aumentó el tipo de letra, con vistas a evitar esto.

(*) Como dato curioso e inútil, cuando el árabe era lengua cooficial en España, los pregoneros comenzaban su pregonación con una frase que viene a ser como el «se hace saber» pero en ese idioma: alaa ‘alima l‘aalimún; y que pasó a nuestro folclore pronunciada «a la lima y al limón» (cohonudos semos pa los idiomas), pero que se seguía utilizando, de alguna manera, sin perder el sentido original (por eso la canción «A la lima y al limón» realmente quiere decir «que sepa todo el mundo que no tienes quién te quiera»).

Parece una pregunta del teórico del carné… ¿Ánde hay que torcer? Pero no, es real; y la respuesta es la b.

«Señor, mándame una señal» es un monumento bíblico* que nuestro Servicio de Huebras ha erigido en el lugar antiguamente ocupado por la rotonda de la Avenida de la Estación, que forma la base de la nueva escultura/jápenin. Sobre ésta, se han erigido una serie de símbolos paganos en diversos materiales, que conforman un espacio de contemplación extática, mientras un monturro de tierra amenaza con engullirlo todo, como un Leviatán de escombros y biomasa.

Para la elaboración del conjunto, el autor se ha inspirado claramente en La Consagración de la Primavera, de Stravinsky; la rotonda destruida por el invierno (la única señal que languidece en el frío suelo es la del sentido de giro prioritario), pero cuando todo parece perdido y a punto de ser arrasado, gracias a la calefacción tubiductal, resurgen y brotan las indicaciones (como las flores en el prao) ahí a lo loco, señalando en varias direcciones; sin olvidar la de peligro ni las cintas esas rojiblancas que se suelen poner para indicar que no se pise lo fregao, conos multipurpose y una verja de obra apoyada sobre zapatas dóricas.

El conductor que recorre la Avenida de la Estación** alcanza esta intersección y de repente su alma se inunda de desorientación, eleva sus imprecaciones a los cielos y se pregunta Cuál Es El Sentido De La Vida, pues es evidente que es imposible cumplir todo lo que se le ofrece (y obliga) la señalética aquí expuesta. Ni colgao de las tuberías del Pompidou, ni subido a las fauces de Puppy Guggenheim se puede sentir esta epifanía del arte moderno. Que nos envidien los del MOMA y la TATE quieta.

El primer título de la obra iba a ser «Paquí-pallí-lagarto-Spock», pero se consideró que quizá el paquí y el pallí son más típicos de Salamanca, ciudad que habitualmente nos menosprecia, así que se optó por una versión más evangélica y abulense. Probablemente, esta obra ha sido cofinanciada por fondos europeos, lo que añade universalidad a la miasma. Por el lao de allí hay más señales igualmente confusas; de las que, por cierto, se puede observar el reverso (como en la exposición de El Prado esa que tienen con la parte de atrás de los cuadros, en Ávila nos adelantamos a todas las tendencias).

(*) En concreto, Mateo 12,38, panda de herejes y apóstatas.

(**) Antiguamente, Avda de José Antonio; que es la única calle personalmente dedicada que estaba en todos los callejeros y que nunca incluía los apellidos, como sí tenían las dedicadas a generales, coroneles y demás escalafón victorioso; José Antonio era un nombre suficientemente expresivo por sí solo; y se pronunciaba siempre con sinalefa, Jo-Sean-To-Nio. Que a los millenials os falta mucha retrocultura.

pero mira cómo beebeeen…

Con Abrevadero Postmedieval, el Á.S.M. vuelve a sus raíces; esta bella obra de arte como herramienta para la sociedad está realizada en nuestro Granito Abulense™ del güeno, y se ubica en plena acera, a la puerta de una vivienda unifamiliar de la Plaza de San Benito. Desconozco si es una ubicación temporal causada por las obras de remortadelación y estreñimiento urbano (que también han llegado a la citada plaza), o si lleva más tiempo, pero ahí estaba. La foto es algo crepuscular, porque me pilló volviendo de tomar unas cañas en ese popular y populoso barrio abulense; pero creo que hace justicia al estado del monumento.

Lo simpático de estas antiguas obras es que suelen estar realizadas a mano en una sola pieza de granito; recuerdo que en casa de mis abuelos, en el pueblo, había una de la misma factura, pero casi el doble de larga y ancha (algo menos profunda, eso sí) que usaba mi tía para lavar la ropa y otras tareas agropecuarias. Cuando se lo dije a mi padre (maemía qué animalada, tallar esto en un bloque de granito) me señaló que el brocal del pozo también estaba hecho de una pieza, vaciada para hacer un cilindro de más de un metro de alto y otro tanto de diámetro; según sus datos ambas las hicieron canteros de Mingorría* hace más de un siglo por el equivalente de 7 jornales; incluyendo el transport, la instalación y la garantía ampliada de 6 siglos. Pa´ flipar.

Una vez suprimida su funcionalidad original, estas obras pasan a ser verdaderas esculturas, pues son bonitas y se convierten en piezas de artesanía que de alguna manera nos recuerdan que el esfuerzo y el trabajo duro al final de la vida terminan siendo poco más que un adorno folklórico.

(*) «Mingorría, capital de Euskal Herría» según se cantaba en las fiestas; pues esta bella localidad fue fundada por presuntos vascos y es tierra de cantos y de canteros.

El bosque de hitos recortados (R-hitos) denominado «R-hitos iguales» se encuentra desparramado por el recinto jardinoso del antiguo Colegio de Huérfanos Ferroviarios, actualmente sede de la Universidad Católica de Ávila y de alguna cosa más; hay hasta un bar. El nombre del monumento homenajea a la tercera novela del Mundodisco, Ritos iguales*. Tiene unas vistas chulas de las murallas de Ávila.

Los R-hitos tienen un problema de hecho y otro de derecho. Por un lado, cada hito tiene una inscripción para cada promoción de alumnos de la susodicha universidad. Sin embargo, los hitos son… demasiado iguales, todos de reciente factura; por lo que el efecto de ese de ancestral tradición** que comenzó en el inicio de los tiempos y los estudiantes perpetúan año tras año queda bastante deslucido; es evidente que alguien tuvo la idea hace poco y se colocaron con efecto retroactivo y a la vez todos los R-hitos de las promociones anteriores. El estado inmaculado de las piedras así lo certifica.

El segundo problema es que el efecto estético que provoca el conjunto hitístico (o hitita) está lejos de tener como banda sonora el Gaudeamus igitur o el tercer minuto de Pompa y circunstancia; más bien evoca un réquiem o alguna música asín maomeno como el tema principal de La lista de Schindler. Vamos, que te da la sensación de que caminas entre cipos o estelas funerarias. Mal rollo.

(*) Ritos iguales es una novela sobre la igualdad de derechos (el título en inglés, Equal rites, suena mu parecidamente a «equal rights»), en concreto, entre hombres y mujeres a la hora de ingresar en la universidad de magia.

(**) La mayoría de las tradiciones ancestrales ni son tan tradicionales ni son tan ancestrales. Entre ellas me es especialmente odiosa la de colocar candados en las barandillas de los puentes como signo de amor parejil, pero hay muchas más. Qué coño, casi todo lo que se justifica diciendo «es que esto es tradición aquí» es una solemne chorrada o está camino de serlo.

¿Pa qué serán los cincuenta céntimos?

Ávila está petada de cruceros votivos (para ganarse el cielo), como ya expusimos en el Á.S.M. Pero las modas cambian, y ahora lo que se colocan son carteles votivos (para ganar votos). Si en el S. XVI se colocaba una inscripción «FULANITO DIO ESTA + ANO Ð 1523», ahora lo que se explone es que tal o cual horganismo púbico tuvo a bien gastarse unos dineros en lo que sea que esté detrás del cartel. Es una pena que no comiencen con la frase «A todos los que la presente vieren y entendieren», más que nada por dar algo de uso al futuro de subjuntivo.

Se supone que los que lo vemos y entendemos tendríamos que estar agradecidos, y poco menos que prosternarnos (excepto los que tengáis condromalacia) ante los carteles, y cantar viejas jotas abulenses en señal de júbilo:

Cae y cae la nieve,
Cae la nieve y todo se extravía,
El peatón que encanece,
Las plantas sorprendidas,
La curva de una esquina.

Sin embargo, el efecto suele ser distinto. Uno ve el cartel, mira el dinero que se han gastado, echa cuentas, y se queda más pallá que pacá. Sobre todo cuando ve cómo va quedando la obra y lo compara con lo que había antes.

(voz de niño de San Ildefonso) Un millooooon de euros

Sin dejar de agradecer a la JCyL, al EE (Estao Españó), a la UU (Unión Uropea) y a todos los demás financiadores de los carteles de autobombo (y las obras de detrás) todo lo que están haciendo por nosotros, la sensación que tenemos es que (a) una gran proporción es dinero tirao que se podría haber usado pa otra cosa y (b) o los presupuestos están inflaos, o aquí pasa algo raro. Que todavía macuerdo de que el estaribel pa poder saltar a la piscina costó cuatro veces lo que mi Peyó.

0-0

«Enroque» es un relieve colocado a la entrada del Jardín de la Viña. Representa el momento en el que el rey y la torre negras se cruzan, en el único movimimiento del ajedrez que implica a dos piezas del mismo color (si descontamos cuando el peón llega a la última fila y es promocionado -meritocracia- a una pieza distinta). He tratado de buscar el resto de piezas, infructuosamente. Así va todo en esta ciudad; a saber cuándo quieren inaugurar el tablero.

El ajedrez, el juego de mesa más noble, que decía Alfonso X (porque, a diferencia de dados o naipes, no influye el azar), es un juego de guerra; recordemos que originalmente las piezas representaban dos ejércitos con elefantes, caballeros y guerreros de distinto pelaje, con un rey y un visir; que en occidente cambió un poco y pasó a tener obispos* en lugar de elefantes y una reina que tiene más poder que el rey (pero es prescindible, remember, Leti).

¿Por qué se eligió este ajedrecístico momento? El rey comienza la partida en el centro político, pero cuando se empieza a liar y las piezas del enemigo se aproximan, rápidamente pacta con la torre (que está en la extrema derecha o en la izquierda) y se guarda detrás de los peones a cambio de seguir gobernando. Sin embargo, por algún trastoque semántico, el enroque en la política es el movimiento en el que un grupo o partido se planta en su posición y se niega a pactar o negociar con el resto aunque esto suponga un perjuicio para todos. Por ejemplo, en Ejpaña tenemos el enroque de la renovación del poder judicial, que está siendo un enroque muy largo**.

(*) En español seguimos llamando alfil (el elefante, en árabe) a la pieza que los ingleses llaman bishop, y que, ciertamente, en (casi) todo el mundo tiene pinta de ser como un peón con mitra*** de obispo. La palabra enroque tiene también que ver con el antiguo nombre de la pieza de la torre, «roque», que proviene del persa rukh (carro de guerra), y no tiene que ver con el perro de San Roque que no tiene rabo… Me estoy liando.

(**) El enroque largo es cuando el rey se cruza con la torre de la columna a, y el corto, con la de la columna h.

(***) Una mitra es lo que lleva en la cabeza este señor. Joer, que lo preguntáis todo.

el matimonio
pío pío kVA kVA

«Nido para pájaro electricista» es una escultura en madera y fierro morroñoso que se ubica en el Jardín de San Vicente, a pocos pasos de la muralla y del murallito, en colaboración con CEO/BirdWife, la oenegé pajarera. La escultura simula ser un nido artificial de esos que se colocan en árboles y otros entornos colgadizos, para el uso y disfrute de los paseriformes y demás amigos alados. El toque artístico lo aporta el cable que asoma por el orificio, simbolizando cómo lo artificial se encuentra con lo natural. El autor ha preferido permanecer en el anonimato.

Es posible que se trate de arte efímero y desaparezca sin dejar rastro (como «Equall-Parallel/Guernica-Bengasi») o sea sustituido en breve (como el plátano pegao a la pared de Maurizio Cattelan). En cualquier caso, el pájaro electricista sería una evolución del pájaro carpintero (Woody* Woodpecker), adaptada a los nuevos tiempos. En Ávila el arte evoluciona que es una barbaridad. Lo mismo van vds a ver la obra y hay una zanja a un lado o a otro, delante y detrás, de mi amo el Marqués de Carabás.

Lo que ya sería la leche es que algún pajarillo decidiera aprovechar el monumento para establecer allí su hogar. Es difícil, teniendo en cuenta lo que ha subido el IBI últimamente en nuestra ciudad, pero no imposible.

(*) No es el Woody hempresario y hescritor que tenemos en Ávila, es otro que no os sonará a los millenials. Aunque se parecen.

Las obras de arte que hoy les traemos ante sus ojos están dispersas por ciudad (de igual manera que las «obras normales», que en el momento de redactar estas líneas tienen cortados tramos de varias calles: Avda Portugal, Eduardo Marquina, Arturo Duperier, Paseo de la Estación, Ferrocarril, Rafaela de Antonio, Nª Sª de Sonsoles, etc, etc, es un no parar). Las que traemos a nuestro callejero bló se supone que tratan de agradar al público; vengan pues.

La cosa es un poco como cuando en mi casa ya éramos mayores, lo del árbol y el belén ya no nos hacía tanta ilusión, y se ponía algún adorno navideño porque se empeñaba mi hermana; colocando de cualquier manera las guirnaldas de espumillón del año maricastaña que nos quedaban en el cajón… Pues el efecto era casi mejor que lo de Ávila estos días, aquí van un par de ellas. Supongo que en El Chico ya estarán poniendo el árbol grande y el árbol chico, y con eso ya estaría.

Imagino que alguien en el Ayto se ha pasado por la web de «DUNYPLDF. S. L.» (Decoraciones Urbanas Navideñas y Para Los Demás Festejos) con un presupuesto limitado y ha ido marcando chismes hasta agotar la partida asignada. «El oso espatarrao no, que ya lo pusimos el año pasado». Al menos tiene pinta de que, repartido entre los habitantes que semos, no implicará una subida adicional del IBI. Espero.

Por otra parte, les diré que prefiero esto a la idea abelcaballeresca de mi señora, esto es, colocar una guirnalda de leds que rodee la muralla siguiendo la forma de las almenas (que así a ojo debe de necesitar como unos 10 kms de longitud). Aunque supongo que tiene que haber un término medio.

Pobre López

La placa o lápida que hoy traemos al Á.S.M. se encuentra en la Plaza del Mercado Chico (antiguamente, de la Victoria) bajo los soportales de su lado oriental (maomeno encima del restaurante japonés). Conmemora que Eduardo López Salcedo nació allí y murió dirigiendo a sus tropas en los alrededores de Melilla, en el convulso año de 1909, siendo el primer oficial que fallecía en aquella guerra; otro protomártir abulense. Recordemos que un obispo de Ávila fue el primer condenado a muerte por hereje en todo el cristianismo, y que el primer cristiano ejecutado en Japón por predicar su fe también era de nuestra provincia).

La placa, como todas las de este estilo, hace hincapié en lo de «dar la vida por la patria»; si bien eso de la patria es discutible, sí que parece claro que el teniente López Salcedo fue coherente con sus ideales. Los combates en los que perdió su vida se inciarion por acudir a repeler un ataque de los rifeños a trabajadores que construían un ferrocarril. El teniente dirigía a sus soldados en un ataque a una posición enemiga, sin esconderse en la retaguardia, siendo por ello uno de los primeros en caer ante las balas. El joven oficial se acababa de casar hacía menos de un mes.

Este hecho dio comienzo a la Guerra de Melilla, un conflicto contra los levantiscos rifeños (bereberes que no aceptaban la autoridad de los sultanes marroquíes, como para mostrarse sumisos ante colonizadores europeos), que continuó con el Desastre del Baranco del Lobo y requirió el envío de grandes refuerzos para ser sofocado. Las protestas contra los llamamientos a filas, unidas a la conflictividad laboral, provocaron la Semana Trágica de Barcelona y una grave crisis de gobierno en España.

La causa de esta guerra hay que buscarla en nuestros vecinos ingleses y franceses, que en aquella época pugnaban por repartirse África. Se celebraron varias conferencias y tratados con otros países expansionistas que deseaban sacar tajada del expolio del continente, trazando fronteras de influencia para cada una de las potencias. España ya ni pinchaba ni cortaba, pero cuando Francia reclamó -entre otros- el territorio marroquí, Inglaterra se lo concedió pero impuso una salvedad, temeroso de que su rival controlase el estrecho de Gibraltar por el otro lado: ese cachito debería ser para España. Era un regalo envenenado; el Rif era llamado «el país del desgobierno» por los antepasados de Mojamé 6.

Políticos y militares españoles abrazaron esta posibilidad de reverdecer laureles (tras un siglo XIX en el que nos había ido como el culo), y se lanzaron a la conquista, con escasos medios y organización penosa, para desgracia de Eduardo. El conflicto se enquistó y todavía se puso peor, con la horrible matanza de Annual en 1921. Un error de cálculo de los rifeños, que atacaron posiciones francesas, fue el principio del fin de su rebelión. El apoyo de este país y el envío de más (y mejor equipadas) tropas desde la península permitió sofocar esta revuelta que había empezado con la muerte de nuestro paisano.

Sé que muchos os quejáis de la desafección que hay en este país con nuestras fuerzas armadas, pero la realidad es que desde la francesada nuestro jlorioso ejército lleva dos siglos en los que prácticamente sólo se ha empleado contra nosotros mismos: en muchas guerras civiles (las de independencia o las carlistas lo eran) y apoyando pronunciamientos y golpes de estado cuando al «espadón» de turno no le gustaba el gobierno.

Además, en este blog siempre hemos sido pragmáticos en eso de dar la vida por una causa, sobre todo cuando la causa realmente es de otros. Ya lo dijo Terry Pratchett…

«Tiempos interesantes»