Trébedes de Loki

Como segundo elemento de esta serie «Ávila Street Museum» hemos querido elegir esta obra denominada «Las trébedes de Loki», quizá porque suele pasar desapercibida para los turistas, que, ávidos de chuletón, no se detienen a contemplar las pequeñas maravillas que esconde nuestra ciudad.

Todo en esta obra es misterioso. Para empezar, se ubica en el Paseo de Emilio Rodríguez Almeida, que si lo buscáis en Maps, no lo encontraréis; es como lo del andén 9 y 3/4. Tenéis que ir a la Calle de San Segundo y, una vez allí, atravesar con decisión la barrera invisible que separa la acera del jardincillo pegado a la muralla, frente a la droguería Perdiguero (donde compro el alcohol isopropílico, por cierto). Mágicamente, os encontraréis en el paseo dedicado a este insigne historiador.

La obra fue encontrada durante las obras de demolición de la Iglesia de Santo Domingo; concretamente, en la furgoneta del contratista. Se cree que es una copia postmedieval de un original griego de Praxíteles, y combina la mitología nórdica con el refranero castellano.  Por un lado, Loki es el dios de las trampas, que cambia de forma a voluntad; y por otro, sobre las trébedes existe una antigua maldición castellana : «Las vas a pasar más putas que el que se tragó las trébedes». Así pues, esta obra representaría unas extrañas trébedes; tramposas y difíciles de tragar, salvo para Loki.

 

Arranca con esta entrada una serie llamada «Ávila Street Museum», que Halón Disparado dedica a las ghrandes joyas artísticas que se encuentran dispersas por nuestra ciudad, para deleite de ciudadanos y turistas.

La figura de hoy es una bella escultura postmedieval llamada «La factura de la luz», y se ubica en la Plaza del Teniente Arévalo (o Plaza del Dioce Chico). La talla se atribuye al insigne imaginero hawaiano Herbert Maunakea (o quizá, a algún mecánico de su taller); data del siglo XVI, y muestra un anciano ensimismado que sostiene en la mano una factura, sin duda exorbitante, de su compañía eléctrica. Con la mirada perdida, el protagonista parece buscar la inspiración que le ilumine, o tal vez se está acordando de la regulación eléctrica, eso queda a la elección del espectador. Está realizada en una aleación de cobre con más cobre.

 

La factura de la luz