Si en la anterior entrada hemos podido ver una rotonda estándar, hoy les presentamos una rotonda barata, que no es lo mismo. Como todas, esta rotonda tiene su historia, y no se van a librar de ella. Retrocedemos en el tiempo. Como ustedes saben, la crisis hizo mella en Ávila. Nos referimos a la crisis postmedieval de finales del XVI, de ahí en adelante sólo hemos ido a peor, con breves momentos de esperanzas casi siempre frustradas, como la llegada del ferrocarril o la propuesta de derribar la muralla (que no se llevó a cabo por falta de fondos), ambas en el S. XIX.
En una de estas estábamos cuando surgió la necesidad de decorar esta rotonda, frente a la Puerta de San Vicente (la original, no la que está a la entrada del Poble Espanyol de Montjuic). Y de dedicársela a alguien. Porque, ahí donde la ven, esta rotonda está dedicada. Y aquí les pido que se pongan en el lugar del técnico municipal al que le cayó este marrón:
«Oye, tú, ta tocao el poyesto de la rotonda del Sanvi. Como sabes, según el Acuerdo de Gobierno del pasado martes, se va a dedicar a X. Así que ya puedes ir pensando en encargar un monumento, un auténtico portento» (y sigan ustedes con la canción de Krahe… sólo que, como verán, estábamos en Villatripas de Abajo).
Cuando el técnico leyó la partida presupuestaria para la erección de la obra, encontró que era más bien escasa, por decirlo suavemente. Por un momentó pensó en encargarle a su hijo pequeño que hiciese una manualidad con papel maché, pero claro, podría verse afectada por la lluvia. Así que se personó en casa de un cantero, y con la pieza sobrante de tallar una lápida, encontró la manera de ubicar un chirimbolo a modo de piedra hita o miliario, por poco dinero. Y he aquí el resultado.
Luego ya, una vez colocado, alguien pensó en que la cosa quedaba cutre de cohone, y se decidió poner una iluminación potente, formando una estrella alrededor del chisme. Con ello se consigue, sobre todo, que los turistas se metan en la rotonda -arriesgando su integridad- para hacerse una foto con el inmarcesible fondo de la muralla, en artísticas poses.
La escultura de hoy no necesita presentación, pero la vamos a hacer, porque en el Ávila Street Museum somos así de impertinentes. Esta figura tiene una razón de ser, quicir, las otras supongo que también, pero ésta está a la puerta de lo que antiguamente se llamaba Escuela de Artes y Oficios (y hoy supongo que tendrá un nombre mucho más rimbombante). Vamos, es donde hacen el bachillerato esos chavales que se pintan el pelo de colores y saben de lo que va la canción «Lucy in the sky with diamonds» (mi señora fue una de ellas, sé de lo que hablo).
Como no podía ser menos, pusieron una escultura a la puerta; de fierro morroñoso, lo bueno es que es de cuando el fierro morroñoso casi no se conocía por estos pagos, se puede decir que es el más postmedieval de nuestros morroños. Seguro que ahora que está de moda hasta para hacer fachadas de casas de señores ricos no se les habría ocurrido usar este material, los de Artes son así; ahora lo harían de adobe fabricado a la manera de Tombuctú.
Lo he llamado «Pino puente» por fastidiar, porque seguro que el artit-ta que la realizó pensó en otra cosa mucho más trascendental, como dos diapasones copulando; a mí me ha querido recordar algún episodio gimnástico de mi juventud. Ya sé que estrictamente hablando no parece estar haciendo el pino puente, pero los que hicieron gimansia con profesores reconvertidos desde la antigua asignatura de Formación del Espíritu Nacional seguro que recuerdan estas cosas.
Se ubica a la puerta del susodicho centro, en la Plaza de Granada, saliendo hacia la Avda de la Juventud.
Interrumpimos la serie de rotondas hartística que hasta ahora ha configurado el Ávila Road Museum para presentar lo que viene siendo una rotonda normal, sin chirimbolos, fierro morroñoso ni madera podrida. La rotonda estándar. La rotonda koiné. La errotonda batua. Porque estas rotondas también tienen derecho a estar en el ÁRM, y aún diría más, con mayor merecimiento que las otras.
La que presentamos hoy está ubicada en el Paseo de San Roque, en su confluencia con un montón de gente: San Pedro del Barco, Santa Clara, Cristo de la Luz y Fontiveros. Y sólo tiene un arbusto gordo, y una farola que alumbra (por las noches). En primavera hasta hay florecillas.
La rotonda ha presentado problemas a lo largo de su historia, pero no son culpa propiamente de lo que viene siendo el centro rotondil. Por ejemplo, cuando la plaza estaba adoquinada, los días de lluvia, como además tiene cierta inclinación, era una alegría observar el patinaje de conductores inexpertos (a mí mesecruzó alguna vez el forsierra de mi hermano -tracción trasera- sin ir más lejos). Y recientemente ha dado lugar a un episodio de obras de esas que se empieza a escarbar pa sanear y la zanja se tira allí una temporada larga.
Lo que venimos a reivindicar desde este bló son más rotondas humildes y funcionales. Y un saludo al jardinero que la mantiene. Lamentablemente, son la excepción.
Interrumpimos la serie de santateresas para colgar hoy una novedad en el Ávila Street Museum: un concurso. Y no un concurso cualquiera. El titular de este bló, nuestro amado lidl, libre temporalmente de algunas de sus obligaciones, se ha mirao al espejo, un lunes por la mañana, y con un cacho del codiciado granito™ local, ha esculpido una figura en la que se autorrepresenta, resacoso y desmadejao, a punto comenzar sus obligaciones laborales. El relieve, lógicamente, se denomina Autorretrato.
Ojo, que la figura le ha quedao niquelá; el parecido es espectacular. Se le fue un poco el cincel cuando estaba con las manos, y ya no había manera de rectificar. Pero bueno, así parece postmedieval o más antigua, si cabe. Y aquí viene lo divertido; que el Camarada se lo ha currao pero bien: esta pieza, de enorme valor sintáctico, la hemos colocado escondida pero a la vista de todo el mundo, como la carta robada de Edgar Allan Poe.
¿Andandará? ¿Serán capaces vuesas mercedes de encontrarla antes de que los operarios municipales la descubran y la tiren a la basura, o peor aún, la coloquen en una rotonda?
Como pistas:
Un haiku:
Son tus amigos
estudiantes ávidos
de nicotina
Y una referencia cinéfila: Protagonista de El nombre de la rosa.
Ávila fue una ciudad muy revolucionaria y levantisca en tiempos pasados, recordemos sucesos como el Rey Niño, la farsa de Ávilao la Santa Junta de los Comuneros. Luego ya, siendo postmedievales, se nos pasó la tontería. Y nuestro servilismo ha llegado a tal extremo que le hemos hecho un monumento al Rodillo del Gobierno. Se ubica en una de las primeras rotondas que el viajero se encuentra, si viene a Ávila desde Salamanca.
El Rodillo del Gobierno es ese procedimiento por el cual, presentada una propuesta de ley o cualquier otra iniciativa, el partido en el poder bloquea -una tras otra- cualquier enmienda o tentativa de mejora que se plantee desde la oposición. Y como en Ávila somos mucho de ir con el que manda, vamos y le plantamos un monumento rotondero bien gordo.
La servil iniciativa también permitió dar salida a un trasto inservible que seguramente criaba polvo y óxido en el parque móvil municipal; aunque ahora me asalta una duda, algún camión de los bomberos es más antiguo que este trasto y sigue operativo.
La ex-cultura de hoy, denominada «Registro de fitosanitarios» o «Cuaderno de campo» muestra (una vez más, paciencia) a Teresa de Jesús en una de sus facetas más desconocidas. Viajemos a la época postmedieval (hagan «fiuuuuu»), a un pueblecito llamado Gotarrendura, a cuatro leguas al norte de Ávila…
La familia de Santa Teresa tenía una casa solariega en esta localidad, y la pequeña Tere pasaba allí largas temporadas(1). Los Cepeda tenían -entre otras propiedades agrícolas- un palomar; citado por ella en sus escritos con nostalgia. Y por aquí llegamos a la estatua de hoy. Como todo agricultor de la Unión Europea, Teresa debía rellenar el documento conocido como Registro de Fitosanitarios, también llamado «Cuaderno de Campo Agrícola»; en este documento se registraban todos los potingues, emplastes y ungüentos destinados al saneamiento de plantaciones y cabañas ganaderas. El documento debía estar disponible ante una inspección inesperada de la Inquisición…
Teresa, muy concienzuda y adelantada a su tiempo, ya anotaba (véanla con pluma en mano, qué abnegación) en una libreta todos aquellos mejunjes y purgaciones que proporcionaba a las palomas, animal promiscuo y propenso a contraer parásitos. Estas dotes organizativas le servirían para la gran empresa fundacional que acometería en su madurez.
El monumento se ubica en la Plaza de la Santa (no confundir con la Plaza de Santa Teresa, en Ávila somos la leche de originales en esto de los monumentos y las calles). Esta plaza es en la que está la Iglesia de Santa Teresa, y su Casa-Museo, edificado sobre una de las casas en las que nació (la otra está en Gotarrendura, of course).
Bola extra: al fondo de la imagen pueden contemplar -intencionalmente borroso- un pedestal con un pequeño busto oscuro, en el rincón de la plaza; que trataremos en una próxima entrada.
1: De hecho, es posible que Teresa naciera en Gotarrendura. Si visitan el pueblo acepten esta versión o pueden ir de un vuelo al pilón. Según los estudiosos, es menos probable que la otra versión (Ávila), pero el caso es que no existe anotación de su bautismo en ninguno de los dos registros. ¿Nacería realmente en Cataluña?
¿Han leído la primera parte de esta historia? Si no es así, vayan un momentito, que les esperamos aquí. ¿Ya? Pues vamos con la secuela que se nos anunciaba como cebo al final del anterior episodio. Sin más preámbulo, vamos a ver la primera página de la carta dirigida a la «Excelsa dama» (sic).
Ya podemos intuir desde el primer compás que Efe no descansa en su labor de vigilancia de la Españolidad. Escribir cartas de «alerta» o de «emergencia» le debe llevar todas las horas del día. Bueno, de vez en cuando saca tiempo para poner en su sitio a los anti-españoles como mi padre. Pero centrémonos: Efe sólo encuentra consuelo en Dª Ana Pastor Julián y, quizás, en Dª Isabel García Tejerina. Sí, yo también he tenido que ir a mirar quién era: ministra de Agricultura en el gabinete de M. Rajoy. Mariano, que no hace más que recibir misivas de Efe e ignorarlas. ¿Por qué, Mariano? Ríndete a la evidencia: no ganaste las elecciones, las perdió Zapatero. Mas las hostias a Mariano suben de nivel en la siguiente página.
Si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta y si los votantes del PP hubieran votado a Ciudadanos —ah, todo en esta carta es taaaaan 2016—, Ciudadanos habría ganado al PP. No, si el razonamiento es impecable… Y ahora la que, probablemente, sea la causa de que Mariano no conteste a Efe.
Los cargos están claros, Mariano. Se te acusa de: VAGO, COBARDE, TRAIDOR Y PERJURO. Y que esto no es una opinión, se trata de HECHOS. Ya, yo tampoco contestaría a tan gruesas palabras. Pero Efe está todavía por ofrecernos lo mejor en la recta final. Atentos al demarraje, que aquí pilla to’ Dios.
Primero acusa al «anterior Jefe del Estado» —típica perífrasis para no decir Campechano— de comisionista. Luego sospecha que el «actual Jefe del Estado» —típica perífrasis para no decir Preparado— pueda no ser de fiar. ¿Por qué? Porque el Preparado actual Jefe del Estado se ha encamado con la Horda Roja.
Rajoy es un perjuro, los sindicalistas unos corruptos y la cúpula militar una banda de castrados y pusilánimes que se está rascando la barriga. La culpa de todo la tiene el Pelargón, claro. Los españoles de pura cepa criados a base de teta materna ya se habrían «alzado».
¿Y habría alguna solución a todo esto? Efe nos da la clave en la ultima sentencia de la misiva: un gobierno conjunto de Pedro Sánchez y un tal Alberto Rivera —¿he dicho ya que todo en la carta es taaaan 2016?—. Y Rajoy echando una manita si quiere, pero sin ser presidente.
Llegados al final de la estrambótica epístola sólo me queda una inquietud. ¿Recuerdan el final de la otra carta? Allí se afirmaba que de las 35 copias enviadas se había recibido respuesta a tres de ellas: de Ana Pastor, de Rita Barberá y de Santiago Abascal. Daría pasta por echarles un ojo…
Se pensarán ustedes que yo me invento las cosas que pongo, pero no. La escultura de fierro morroñoso que contemplan vuesas mercedes en esta imagen es el monumento a los perritos (industriales). Esa figura que si se mira de lejos y por el otro lao parece una € del euro rara, en realidad es un homenaje a esta profesión. Simboliza un regulador de velocidad con sus pelotas (centrífugas) sobre un imán en forma de U, de esos que salían en Mortadelo y Filemón con un poder atractivo mayor que el de una legión de vacunados del covid (recuerden, somos Clever & Smart City).
Jracias a que cuando yo estudié (es un decir) informática, compartíamos edificio con los perritos industriales pucelanos, he podido entender esta hovra de harte. Ya entonces eran muy raros, a veces se venían a las clases de informática porque ¡teníamos chicas! Los perritos venían babeando, como los de Paulov. Ahora a los perritos industriales se les llama de otra manera, no sé si hinginieros trésnicos, ni siquiera sé si todavía existen, con esto de que ahora todo son jrados y máxters.
Alguien pensó que era buena idea ponerlo así como medio tumbao y en mitad de una rotonda, una de las que se ubican en la Ctra de Valladolid, al lado de la fábrica de fragonetas de nuestra localidad. El monumento sólo tiene sentido para los miembros del Colegio Oficial de Perritos de Algún Sitio (pues se asimila a su logotipo), para el resto de los mortales es un chirimbolo feo e inexplicable, cumpliendo así el principal cometido de los monumentos rotonderos, que es provocar confusión mental a los conductores. En esta misma avenida o carretera hay más monumentos de esos, los analizaremos oportunamente. Es otro decir.
El género epistolar nos plantea muchas preguntas. ¿En qué momento le pareció buena idea al autor escribir esta carta? ¿Qué sentimientos le embargaban mientras lo hacía? ¿Qué pretendía conseguir? ¿Habéis intentado conseguir un fontanero un sábado por la tarde?
Hace unos días, mi padre recibió una misiva que no sé muy bien como calificar. Qué cojones, yo la he leído y ya no puedo desleerla. Acompañadme en mi dolor. Aunque antes os daré un poco de contexto. El autor es un señor casi nonagenario que ha sido vecino de mis padres durante una temporada. Además de casi nonagenario, ente onvre —al que llamaremos a partir de ahora Efe— es bastante maleducado y asocial y más facha que un Land Rover corto. Así que todos los vecinos, salvo mis padres, le habían mandado a la porra y pasaban de él. A mi padre le daba pena y le llevaba en coche cuando le hacía falta hacer algún recado fuera de la urbanización o en la capital. Recalco: mi padre es el único vecino que le soportaba y le hacía el favor de llevarle y Efe le escribe esta sarta de burradas. Ahora sí, ahí va la primera página:
Ignoremos por completo el uso creativo de la puntuación —y el leísmo galopante— y vayamos al turrón. El primer agravio ha caído como una losa sobre nuestro protagonista. Él se molesta en enviar una crema maravillosa —y muy española— a mi madre —sin acertar su nombre— y el paquete le ha sido devuelto. Coño, es posible que si escribes los nombres de las personas a las que quieres que lleguen tus cartas, el cartero consiga identificarlas y entregar los paquetes, Efe. Pero es que esta carta ha llegado de chiripa, porque el nombre de mi padre tampoco lo has acertado, Efe.
Pero, claro, no sabemos si le ha sentado peor que no llegara a destino la crema de aloe vera o la nota sobre el «atraco» al Banco de España. Es un pena que el paquete no llegara, porque ahora siento auténtica curiosidad sobre ese otro documento «que no recuerda», pero que sería algo sobre «fechorías social-comunistas». No sé cómo nos atrevemos a rechazar un regalo de alguien que «no es de derechas ni de izquierdas».
Se masca la tragedia. Del cordial «Apreciado amigo» del comienzo, la cosa ha llegado a mitad de la epístola a «anti-españoles», «terroristas, secesionistas, comunistas y enemigos de España». Apreciado amigo: lárgate de España.
Estoy un poco desconcertado con lo de la «ideología de las naciones». Si toda una nación tiene una misma ideología, ¿cuál sería la de España, Efe? ¿La tuya o la del PSOE «social-comunista» que votaron los españoles? Debe ser que hay muchos anti-españoles y así no vamos a ninguna parte como nación. O como unidad de destino en lo universal. No se nos resuelve la cuestión, pero sí que aprendemos que Suecia, toda ella, es social-demócrata. Apuntaremos aquí que una hija de Efe tiene doble nacionalidad sueca-española y que, residiendo en España, recibe una beca de investigación de Suecia. O sea, que lo de las paguitas y el socialismo está de puta madre cuando me conviene a mí…
Se acerca el momento de la despedida y todo se precipita y se vuelve confuso. Por un lado, agradece la ayuda de mi padre y promete no olvidar. A pesar de ello, le echa en cara que viera «el mantra de derechas» (sic). Pues no sé, Efe, creo que mi padre te da mil vueltas, porque a pesar de tu facherío y gilipollez nunca dejó de echarte una mano. Debe ser que él, al contrario que tú, si que ve a la persona detrás de las ideas, aunque las ideas sean una sarta de burradas. Y he aquí que llega el agravio final. A uno de tus WhatsApps delirantes, mi padre te contestó que ya hablaríais en otro momento porque tenía invitados y estaba encendiendo la barbacoa.
¿Cómo se atreven estos putos rojos a responderme así? ¿O a tener barbacoa? ¿O quizás a comer todos los días? Block, report y aviso a Arroba Policía, hombre ya. Un cordial saludo, eso sí.
Espera un momento. ¿Qué es eso del anexo? Atentos al giro de guión.
No os lo vais a creer, rojazos. He conminado en hasta tres ocasiones a Rajoy para que entregue las armas y dimita. Aunque esto es otra historia que merece ser contada en un próximo post…
Qué curioso, hoy toca otra estatua de Santa Teresa. En Ávila somos así de originales, ya saben ustedes, si han leído entradas como el Contador de Teresas. Esta se ubica frente a la entrada del Convento de La Encarnación, en el que la Tere vivió durante sus primeros años como monja. La foto la ha hecho mi señora, por cierto, que suele pasear por aquella zona. Un día nublao, que al ser una figura de piedra oscura tiene su mérito que salga mona.
La escultura tiene su historia. En aquel tiempo postmedieval, los conventos, además lugares de castidad, pobreza y oración, también lo eran de retiro para mujeres nobles que enviudaban. En los conventos encontraban un lugar tranquilo donde terminar sus días; y a cambio de una generosa dote, tenían ciertos privilegios (criadas, visitas, wifi en las habitaciones, y otros lujos). Y todo ello sin tener que aguantar a ningún señorito pesao. Un win-win.
Esto afectó a la conciencia de Teresa, que decidió poner tierra de por medio: se salió del convento y fundó su propia órden, más austera; que comenzó en el convento de San José y la llevó a recorrer toda la geografía española abriendo sucursales. La escultura la representa así, «la santa andariega», armada con una buena garrota por si acaso, que ya en aquel tiempo había mucho gilipollas.
La empresa era peligrosa, no sólo porque que una mujer se dedicase a organizar algo era raro; sino porque sus ideas de renuncia y austeridad podían asimilarse a las de la reforma protestante; por ello fue investigada por la Inquisición, siempre con el mechero a mano. Incluso después de muerta, su figura ha dado lugar a divertidas discusiones sobre lo que una mujer puede ser o no ser.